Aprendiendo a sanar a través de medios naturales, me percate que dicho camino conlleva un proceso permanente. La motivación y el deseo de ser feliz y saludable de la manera más natural posible surgieron de una auténtica parte de mí misma, y es de este lugar interno donde el cambio verdadero dura para siempre. También vine a descubrir que la prevención no debe ser cara, dramática o complicada. Curación puede ser gratuita, libre de drama y simple.
Por “simple” no me refiero a fácil; Aunque no considero este proceso complicado, si requiere de dedicación. La gran mayoría está en búsqueda de soluciones rápidas, o píldoras mágicas que les faciliten la vida, o la siguiente dieta de moda o un gurú que transforme su vida para siempre, buscando por todas partes alejándose cada vez mas de si mismos para evitar encontrarse frente a frente con su verdad, sordos a su voz interior. Quiero decir que existe poder en la simplicidad y fortaleza indestructible elaborando nuestros propios cimientos.
Se requiere de tiempo y dedicación para hacer el trabajo, siguiendo los lineamientos con convicción. Serán estas acciones de expresión personal que sin duda funcionan en el proceso sanador y reseteador.
La lectina del trigo
actúa en nuestro organismo de la misma manera que la insulina. El
gluten interfiere con el funcionamiento tiroideo, y su reacción
altamente inflamatoria, ataca las articulaciones, y al tracto digestivo,
causando dolor e inflamación.
El trigo en la dieta, interactúa con la insulina. Este hecho es poco
conocido entre el gremio de nutriologos, dietistas, etc. Son ellos
quienes deberían estar mas enterados sobre la interacción de cada
alimento que ingerimos. En ocasiones su conocimiento es muy básico y
se aferran a parámetros no solamente elementales sino que obsoletos. Las
características genéticas e individuales de cada fisiología las consideran
absurdas, por su falta de ‘curiosidad’ e ignorancia, tomando las tablas
alimenticias antiguas (alimento = x calorías = bajar de peso), como
verdad absoluta.
Existen estudios importantes en PUBMED (publicación medica seria en
línea) sobre los efectos del WGA (Wheat Germ Aglutinin), de interacción de
insulina sobre células grasas en todo nivel incluyendo el cerebral llamados
‘neuropeptidos’..
El WGA se asemeja a los efectos metabólicos y funciones que mimetizan
la insulina sobre niveles de MRNA (Ácido Ribonucleico), afectando el
funcionamiento cerebral, causando depresión y manía entre otras.
La controversial postura sobre la
MG (manipulación o modificación genética) en las cosechas es preocupante. Pocos
saben que este asunto de MG se centra en gran medida en el trabajo de
investigación sobre la presencia de lectinas en los diferentes alimentos que
viene realizando el Dr. D‘Adamo, por todo ello, este tema le preocupa de
sobremanera, visto desde un ángulo netamente enfocado a la salud.
Uno de los principales eruditos investigadores sobre lectinas en la actualidad
es sin duda el Dr. Arpad Pusztai. Existe respuesta inflamatoria en el tracto
digestivo de las ratas de laboratorio utilizadas en su investigación acerca de la
respuesta a MG de los alimentos. Esta afirmación le costo su trabajo en el centro
de investigaciones donde ejercía.
El futuro es oscuro y de temerse en cuanto a la MG de las llamadas ”lectinas
Frankenstein”. Ahora también se experimenta con la WGA que esta siendo
insertada en una variedad de productos agrícolas, con el pretexto de coadyuvar a
una alimentacion mas ‘completa’. Esto significa que si usted tiene una intolerancia
al trigo también la tendrá con cualquier alimento que ha sido inyectado de WGA, y
asi sucesivamente……
Para colmo, o por si esto fuera poco… aun estamos en pañales en cuanto a que se
estipule en la etiqueta de cualquier producto que ha sido genéticamente manipulado,
o el ser alertado, de que la papa o el jitomate o lo que sea, viene siendo ”una papa
con WGA”. En países civilizados como los europeos esto ya esta reglamentado. Todo
alimento debe contener los datos necesarios para que cada quien tome la decisión que
mas le convenga a la hora de adquirir el producto.
No hay secretos ni magia con respecto a dieta o forma de alimentarse o estilo de vida
en relación a nuestra salud. El consumo de trigo nos lleva a una exagerada inhabilidad
de metabolizar adrenalina, aunado a una activación auto inmune elevada que culmina
en patología. En cambio, un alto consumo en proteína, (la apropiada para cada tipo
sanguíneo), eleva la producción de dopamina la hormona de ‘bienestar’ por excelencia!!
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