Unos 20 años atrás como estudiante de naturopatia en Bastyr
College, recuerda el Dr D’Adamo haber oído sobre la practica
de limitar el consumo de huevos a pacientes cuyo colesterol
fuera elevado, ya que un huevo de buen tamaño contiene como
215 mg de colesterol (prácticamente concentrado en su totalidad
en la yema ). Estudios entonces habían demostrado que no era
recomendable que el consumo de colesterol excediera los 300mg.
Esto le parecía bastante lógico aunque ya en aquellos tiempos
resultados tan categórico empezaban a ser debatidos.
Un huevo contiene 6 g de proteína, de la cual la mitad se encuentra
en la clara, considerada una proteína ideal ya que contiene todos los
aminoácidos esenciales en proporciones apropiadas para el humano.
Mas adelante en una de sus tantas visitas a la biblioteca medica de
Washington donde solía hacer sus trabajos de investigación para la
carrera, decidió leer los estudios publicados acerca de los efectos del
huevo sobre niveles altos de colesterol. Sorprendentemente, no encontró
ningún estudio al respecto. Paradójica mente, encontró muchos artículos
reportando sobre lo contrario: que el consumo de huevo tenia poco o
ningún efecto sobre colesterol en suero, y que el efecto parecía ser bastante
variable entre las diferentes personas. No se encontró relación alguna entre
consumo de huevo y enfermedades coronarias.
A partir de ese momento ya no limito el consumo de huevo a sus pacientes
con tipo de sangre O, así como un consumo moderado a sus pacientes de
sangre tipo A, siempre y cuando llevaran una vida activa y gozaran de buena
salud. La principal razón de que los huevos tengan tan poca injerencia en
niveles generales de colesterol (a diferencia de su contenido de colesterol),
es porque la absorción de colesterol en el huevo, se ve reducido por otro
primordial ingrediente dentro del huevo, llamado lecitina. Investigadores de
la universidad del estado de Kansas, publicaron la primer evidencia que la
absorción de colesterol se ve reducida por el otro componente del huevo.
Esta puede ser la razón del porque no se encontró ninguna asociación entre
el consumo de huevo y nivel de colesterol en la sangre.
El fosfolipido, o lecitina encontrado en el huevo inhibe de manera notoria
la absorción del mismo. Esta no es del 100%: algo de colesterol se alcanza
a absorber, pero se reduce la cantidad significativamente, en presencia del
fosfolipido. Si usted es del tipo B u O, no tendrá el mismo efecto para usted
el contenido de colesterol del huevo en su colesterol en suero. Sin embargo si es
usted tipo A, el efecto únicamente será leve a moderado, dependiendo de su
estatus secretor.
Aparentemente esta información aun no ha penetrado del todo en la
Asociación Dietética Americana (A.D.A.), quien continúa recomendando,
limitar el consumo de huevos a un máximo de 4 yemas por semana. No
es de sorprenderse que ‘Conagra’ (fabricantes de los ‘egg-beaters’) son
grandes patrocinadores de la A.D.A. Pero esto ya es ‘meterse en
camisa de once varas!!’)
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