Hay una poderosa conexión entre el sistema oseo y el intestino. Un sistema oseo sano es de suma importancia en cada etapa de la vida. Pero cuando llegamos a los 40 años la mayoría de nosotros ya hemos comenzado a perder masa ósea.
“¿Qué puedo hacer para prevenir o retrasar el proceso de pérdida ósea?”
La respuesta a la pregunta radica en lograr una salud intestinal optima saludable. Específicamente, los estudios apuntan a la suplementación con probióticos. Los probióticos, al parecer, en realidad pueden disminuir esa pérdida ósea. La poderosa conexión entre el microbioma intestinal (el ecosistema bacteriano) y la pérdida ósea son bien conocidos. De hecho, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la inflamación intestinal crónica están asociadas con la osteoporosis que debilita nuestro sistema oseo volviéndolo quebradizo. Si bien las investigaciones han estado examinando esta conexión durante años, estudios recientes indican que cuando la inflamación se reduce al tomar probióticos, la tasa de pérdida ósea va disminuyendo. Los probióticos se han relacionado con una amplia gama de beneficios para la salud. Estos microorganismos vivos promueven un tracto digestivo saludable y, en última instancia, un sistema inmunitario saludable. Cuando se daña el delicado microbioma intestinal, sabemos que puede provocar problemas de salud crónicos y enfermedades inflamatorias. Los probióticos coadyuvan a reducir ese proceso inflamatorio. Se sabe que disminuyendo la inflamación con ayuda de probióticos vía una alimentación personalizada libre de lectinas perjudiciales también puede conducir a huesos más fuertes.
Entonces surgen varias preguntas
¿Qué es exactamente la conexión intestino – sistema oseo?
¿Cuál es exactamente la conexión? ¿Qué tiene que ver el microbioma intestinal con la salud osea?
Bueno, un intestino inflamado aumenta la permeabilidad intestinal, más comúnmente conocido como “intestino permeable”. Nuestro sistema digestivo juega un papel crítico en la protección de nuestro cuerpo de sustancias nocivas. Las paredes de nuestros intestinos actúan como barreras, controlando lo que ingresa al torrente sanguíneo. Pero cuando las paredes intestinales se vuelven permeables, las toxinas bacterianas pueden “filtrarse” a través del revestimiento del tracto gastrointestinal hacia el resto del cuerpo. Estas toxinas filtradas activan las células hepáticas, que viajan a la médula ósea provocando la descomposición osea y el microbioma intestinal poco saludable tiene un efecto directo sobre la pérdida ósea.
Existen otros beneficios de los probióticos relacionados con un sistema oseo saludable.
Cuando se trata de huesos, los probióticos también pueden ayudar de otras maneras. Se ha visto que los suplementos preboíticos y probióticos coadyuvan a incrementar niveles de ácido graso intestinal conocido como butirato. El butirato tiene beneficios comprobados para nuestra salud y bienestar en general. Proporciona combustible crucial para las células del revestimiento intestinal y protege contra ciertas enfermedades. Pero otro beneficio es que también desencadena la reducción de pérdida ósea y coadyuva a el fortalecimiento de la masa osea existente. Entonces, el incremento de butirato en nuestra dieta conduce a huesos más saludables. Además de los prebióticos y probióticos, la suplementación con butirato estimula directamente el crecimiento óseo.
¿Acaso todos los probióticos son iguales?
Si bien los probióticos son importantes para un microbioma intestinal saludable, no todos los probióticos son iguales. Nuestro tipo sanguíneo que viene siendo la molécula presente en cada célula esta presente como revestimiento mucoso del sistema intestinal y sistema fisiológico. Por ello, nuestros tracto digestivo está literalmente alineado con nuestro tipo sanguíneo. Esto es importante porque algunas bacterias tienen preferencia por un tipo de sangre frente a otro. Las bacterias amigables con el tipo de sangre pueden utilizar antígenos como fuente de energía, restaurando el equilibrio intestinal y promoviendo la inmunidad. Sin embargo, algunas cepas de “bacterias beneficiosas” también pueden producir actividad en algunos tipos de sangre imitando las cepas causadas por las lectinas, por lo que es una buena idea evitarlas. Los probióticos que son beneficiosos para un tipo de sangre pueden ser perjudiciales para otro. Es por eso que la nutrición personalizada y estilo de vida ira fortaleciendo y nutriendo al microbioma intestinal para prevenir o reducir la pérdida ósea. La evidencia que apunta a una conexión entre nuestros intestinos y huesos sanos es convincente. Para los seguidores de The Blood Type Diet®, ahora hay aún más razones para maximizar su plan de apoyo mediante una nutrición personalizada como la que les brindo a través de su reporte SWAMI personalizado nutrigenomico. ¡Enhorabuena y anímense a contactarme con sus dudas o preguntas de como poderlo lograr sin demora! ¡Nunca es demasiado tarde! abonutrix@gmail.com y en FB sigan me
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